29.3.20

Algo sobre el alma

Wislawa Szymborska

Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin pausa
y para siempre.

Día tras día,
año tras año
pueden transcurrir sin ella.

A veces sólo en el arrobo
y los miedos de la infancia
anida por más tiempo.
A veces nada más en el asombro
de haber envejecido.

Rara vez nos asiste
en las tareas pesadas,
como mover los muebles,
cargar las maletas
o recorrer caminos con zapatos apretados.

Cuando hay que cortar carne
o llenar solicitudes,
generalmente está de asueto.

De mil conversaciones
toma parte sólo en una,
y no necesariamente,
pues prefiere el silencio.

Cuando el cuerpo nos empieza a doler y doler,
escapa sigilosamente de su hora de consulta.

Es algo quisquillosa:
con disgusto nos ve en la muchedumbre,
le repugna nuestra lucha por supuestas ventajas
y el rumor de los negocios.

La alegría y la tristeza
no son para ella sentimientos distintos.
Sólo cuando se unen
está presente en nosotros.

Podemos contar con ella
cuando no estamos seguros de nada
y tenemos curiosidad por todo.

De los objetos materiales
le gustan los relojes con péndulo
y los espejos que trabajan afanosos
aunque no mire nadie.

No dice de dónde viene
ni cuándo se irá de nuevo,
pero evidentemente espera esa pregunta.

Según parece,
así como ella a nosotros,
nosotros a ella
también le servimos de algo.


A Few Words On The Soul

Wislawa Szymborska

We have a soul at times.
No one’s got it non-stop,
for keeps.

Day after day,
year after year
may pass without it.

Sometimes
it will settle for awhile
only in childhood’s fears and raptures.
Sometimes only in astonishment
that we are old.

It rarely lends a hand
in uphill tasks,
like moving furniture,
or lifting luggage,
or going miles in shoes that pinch.

It usually steps out
whenever meat needs chopping
or forms have to be filled.

For every thousand conversations
it participates in one,
if even that,
since it prefers silence.

Just when our body goes from ache to pain,
it slips off-duty.

It’s picky:
it doesn’t like seeing us in crowds,
our hustling for a dubious advantage
and creaky machinations make it sick.

Joy and sorrow
aren’t two different feelings for it.
It attends us
only when the two are joined.

We can count on it
when we’re sure of nothing
and curious about everything.

Among the material objects
it favors clocks with pendulums
and mirrors, which keep on working
even when no one is looking.

It won’t say where it comes from
or when it’s taking off again,
though it’s clearly expecting such questions.

We need it
but apparently
it needs us
for some reason too.

Traducido del polaco pot Stanislaw Baranczak and Clare Cavanagh

Otra traducción al inglés por Joanna Trzeciak 
A Little Bit About the Soul


Una del montón

Wislawa Szymborska

Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.

Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.

En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos individuo.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.

Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo el cristal de un microscopio.

Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.

Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.

Un tipo de mala estrella
que para otros brilla.

¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?

¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?

El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.

Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.

Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.

Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.